“Nunca olvides que mataría por vos”: la noche en que la novia de Matías Cuello lo quemó vivo

-
Florencia Trías no tenía todavía ni 20 años en octubre de 2013 cuando el Tribunal N°4 de San Isidro la condenó a 9 años de prisión por el salvaje homicidio de quien hasta entonces era su pareja y padre de su única hija, pero no pasó ni un solo día presa en la cárcel y ya puede caminar libre por la calle porque extinguió su pena. “Nunca se hizo justicia”, lamentó en diálogo con TN el padre de Matías Cuello, la víctima.

Matías y Florencia se pusieron de novios en plena adolescencia y para el mes de abril de 2012, cuando él ya tenía 24 años y ella 19, planeaban la convivencia. En esa época también fue que descubrieron que Florencia estaba embarazada y la mudanza se aceleró. La pareja se instaló en una casa de Pilar, pero nada fue como lo habían soñado.

De un lado y del otro de la historia el común denominador fue la violencia. El círculo íntimo de Matías sostuvo desde el principio que ella era agresiva, que lo celaba todo el tiempo e incluso le pegaba. Florencia, sin embargo, se mantuvo siempre firme en su versión de que la noche en que ocurrió todo él estaba alcoholizado, la agredió y en un intento por defenderse ella lo mató.

-Lo cierto es que el 15 de abril de aquel año Matías volvió a su casa tarde después de una salida con amigos. Florencia lo estaba esperando así como también una tercera e inesperada protagonista en la escena: una pava llena de agua hirviendo. El desenlace fue fatal para Cuello. Ella prácticamente lo quemó vivo.

Presa, pero en su casa

“Todavía no puedo creer en esto que estoy metida”, expresó una angustiada Florencia años atrás en una entrevista con Pilar a Diario en la casa donde cumplió la prisión domiciliaria monitoreada por una pulsera electrónica en el tobillo.

Durante la etapa de alegatos en el juicio y basado principalmente en la declaración de testigos e incluso en el testimonio de la propia víctima en episodios anteriores, la fiscalía señaló que Trías había actuado con “clara intención de atentar contra la vida de su pareja” en medio de una fuerte discusión.

La defensa, en cambio, pidió su sobreseimiento al considerar que se trató de un homicidio simple cometido en exceso de legítima defensa. En la misma línea se mantuvo siempre la imputada, quien manifestó que el agua hirviendo se había derramado sobre la víctima por accidente.

Finalmente, los peritajes y los testigos no le permitieron despegarse del todo de lo ocurrido y la Justicia la condenó por homicidio simple. Al tener una hija pequeña, que en ese momento tenía menos de un año, pudo acceder al arresto domiciliario.

Nunca se hizo justicia

Los padres de Matías dicen que Florencia era violenta y en más de una oportunidad le habían pedido a su hijo que la denunciara. “Él nos decía que por su hija iba a aguantar”, contó a TN su papá, Luis Cuello.

Pero los episodios de violencia, lejos de ser aislados, se volvieron cada vez más frecuentes y en ese trágico abril, durante un cumpleaños familiar, habló con su hijo sin saber que nunca más volvería a hacerlo. “Matías era una muy buena persona, no se merecía esto”, lamentó.

El mismo día que enterraron los restos de Matías, su mamá fue por primera vez a hablar con el fiscal que llevó adelante la investigación. “Si esto hubiera sido al revés, mi hijo al ratito hubiera estado preso. Pero como es una mujer la dejan que esté lo más tranquila en su casa”, contó poco después a TN, en una nota con la periodista Florencia Etcheves.

Cartas de una obsesión

Otro elemento que jugó un rol clave en toda esta historia y que salió a la luz después del crimen de Matías fueron las cartas que su novia le escribía. “Nunca olvides que hay alguien que mataría por vos”, fue una de las frases que usó Florencia.

“Muchas veces me pongo en tu lugar y no me gustaría que me hagas a mí nada de lo que yo hago”, se pudo leer en otra nota. Y advertía después: “Me duele mucho cuando me haces enojar y me sacás de mis casillas. Negro, trata de no hacerme enojar”.

Tras la muerte del joven de 24 años, las señales que encerraban esos manuscritos parecieron lo suficientemente evidentes de una relación violenta, pero ya era tarde.

Un duelo que no termina

La agonía de Matías llegó a su fin 22 días después del brutal ataque que sufrió, pero la de su familia sigue acompañándolos desde entonces, y duele cada día más. “A mi nieta no la vemos hace cinco años”, contó Luis Cuello.

El motivo, según manifestó, es que la abuela materna de la nena no cumple con el régimen de visitas y ellos no tienen dinero suficiente para iniciar acciones legales.

“Florencia nunca nos pidió perdón”, remarcó Cuello sobre el final de la entrevista. “Quisiera que ella esté presa y que mi nieta sepa que la amamos mucho”, pronunció su última frase, también su único deseo.

Fuente: TN

-